ESTUDIAR INGLÉS

(Foto: El nómada)

CÓMO ESTUDIAR INGLÉS

Leo y releo al nómada y, quizá, a Sir-Ope (que se prodiga poco, la verdad), y parece que ningún ser real (no virtual) toma el bolígrafo y nos ofrece algo más tangible y pragmático. Yo, que estoy seguro de que demandáis información que os ayude en el día a día, voy a trazar una primera aportación práctica que intenta ayudaos a enfrentaros mejor con esta asignatura que imparto, el inglés.
Muchos afirman que no saben cómo estudiarlo. Y no me sorprende, la verdad. Los idiomas son instrumentos prácticos que deben trabajarse cotidianamente, no tienen unos contenidos teóricos que resumir; no podemos localizar ni subrayar ni hacer esquemas con lo más importante para luego exponerlo con orden y relacionarlo y compararlo con otros conceptos, hechos e ideas ya conocidos y adquiridos previamente. Es decir, no se empollan.
La lengua, el idioma, es el instrumento del que nos valemos para hacer todos los ejercicios citados en el párrafo anterior: leer, comprender, resumir, esquematizar, exponer, relacionar, comparar, … ¿Estudiamos cómo hablar? No, simplemente lo hacemos. ¿Estudiamos cómo escribir? Esto quizá, pero sobre todo lo practicamos para mejorar nuestra calidad y claridad expositiva.
Pero con todo esto la cuestión sigue sin resolverse. Creo que aunque parezca asegurar que el inglés se aprende practicándolo, a muchos os seguirá torturando la idea de qué hacer para enfrentarse con éxito a un examen de inglés. Pues bien, voy a coger el toro por los cuernos y os voy a aportar unas guías importantes para que, en el caso de seguirlas a conciencia, nunca tengáis problemas con mi asignatura.
Si observamos cómo son los exámenes de inglés (cien por cien prácticos, por cierto), ya debemos sacar una clara conclusión: habré tenido que hacer por mí mismo todos los ejercicios de clase y todos los deberes para tener la agilidad suficiente para enfrentarme al examen con seguridad.
Sólo quien intenta hacer los ejercicios se pregunta cómo resolverlos, busca recursos para contestar adecuadamente, duda y puede (debe) preguntar al profesor para que le ayude, y se creará un mecanismo intuitivo y automático de respuesta certera. (Recordar que no nos preguntamos cómo hablar en español, lo hacemos.)
Como todos los ejercicios del examen están escritos en inglés, habré tenido que practicar la lectura en clase (en silencio, claro está), habré seleccionado y anotado en el cuaderno el vocabulario desconocido, lo habré introducido dentro de un conjunto de palabras que se refieran a un tema común (medios de transporte, adjetivos que describan físicamente a las personas, edificios públicos de una ciudad, etc.), lo habré enfrentado a sus sinónimos y a sus antónimos, … Es decir, debo conocerlo íntimamente gracias a la práctica constante (que eso es lo que ofrecen los profesores de idiomas) para utilizarlo de manera intuitiva: porque es esa palabra la adecuada, nada más.
(Si has atendido y participado bien en clase, si has reflexionado sobre todos los ejercicios y planteado tus dudas a los profesores, si has hecho todos los deberes siguiendo las indicaciones, seguro que no tendrás necesidad de leer el punto tercero.)
Enfréntate al examen con espíritu deportivo (satisfacción de poner en práctica todo lo que has mejorado con tu entrenamiento), cierta táctica, y la seguridad de que vas a ganar, a superar el reto.
Escucha las indicaciones que da el profesor cuando entrega el examen y anota con un lápiz qué debes hacer en cada pregunta. Te ahorrará tiempo y evitará que te pongas luego nervioso.
Contesta las preguntas en el orden que mejor te convenga: vocabulario, gramática práctica, juegos con las palabras, …
Haz el examen en dos tandas: primero contesta eso que estás seguro, que no te ofrece dudas (siempre suma en positivo); después céntrate en lo que más te cuesta.
Responde intuitivamente y si no encuentras una palabra que tienes en la punta de la lengua anota su significado en español con un lápiz en el hueco correspondiente y vuelve a ella cuando repases.
Si dudas mucho en algo, decántate por la primera opción. Ten fe en tu intuición.
Jesús Morón