Toda mirada selecciona. Al mirar captamos una serie de cosas y nos olvidamos de otras. Mirar es ENCUADRAR y encuadrar es situar entre nosotros y la realidad como un ventanuco (una ventana pequeñita) para construir en él lo que vemos, lo que queremos ver. En las cámaras de fotos hay una cosa que se llama VISOR. Miras por él y seleccionas qué es lo que quieres que salga en la foto y cómo quieres que salga. En ese momento estás construyendo una historia, un relato. En ese momento tus ojos son las herramientas que usas para decir algo con una intención.
Recuerda lo que vimos el otro día en el Taller: las fotos no se agotan en la descripción. Cuando vemos una foto lo normal es que primero identifiquemos los elementos que hay en ella (la descripción) y que luego busquemos adentrarnos en ella, penetrar en ella para buscar esa intención que es la voluntad y el deseo de quien ha hecho la foto (la interpretación). Toda foto es como un laberinto, con sus historias y sus secretos. Toda foto es la mirada de alguien. Cuando veo una foto más que ver la realidad, veo una realidad que la mirada de una persona ha construido y que me la muestra.
Vamos a ver algo ahora. Una foto de un gran autor, de un gran fotógrafo, un tipo con una mirada cargada de ironía, humor, inteligencia. Se llamaba Doisneau:
Doisneau tituló esta foto El cuadro. Mírala bien y fíjate cómo este fotógrafo francés construyo una historia sólo con su mirada y su cámara de fotos.
- ¿Qué es lo que cuenta?
- ¿Cómo lo cuenta?
Para saber algo más sobre este fotógrafo (ya verás que merece la pena conocerle) sólo tienes que pinchar sobre su nombre:
Ah, y si no has pinchado en la foto que encabeza esta entrada deberías hacerlo. Te encontrarás con un regalo que te hago.
Firmado: la mirada del nómada
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