domingo, 10 de febrero de 2008

El genial Forges y sus viñetas. ¿Una play? No, un libro; pero de alguna manera, si yo, como lector y ex-niño/adolescente/joven de los tiempos sin plays ni nada que se le pareciera, lo pienso detenidamente, no hay tanta diferencia. Un buen libro siempre es un juego de imaginación. Cierto, no hay supergráficos, pero es que los inventa el lector mientras los lee. ¿Y sonidos? Cuántas veces no habré escuchado los cañonazos en esas hermosas novelas de piratas. No son dos mundos incompatibles, la play y los libros. Son dos mundos para el placer, el entretenimiento, para aprender y disfrutar. No para matar el tiempo, porque es absurdo matar el tiempo cuando no nos sobra. Pero sí para reirnos del tiempo y de sus prisas.

Leer es un juego, una aventura, es rodar una peli, con guión de otro, pero donde tú eres el director o la directora, donde tú eliges a los actores y te inventas las imágenes y, si quieres, incluso la banda sonora musical. Ah, por cierto, yo sigo leyendo, contándome historias que otros han escrito antes de dormirme. Es el cine de las sábanas blancas. Pero desde hace un año también juego a la play. Los reyes magos, como fui bueno, me pusieron una PSP y estoy intentando no hcerme un nudo en los dedos. Disfruta de tu partida. Disfruta de tu aventura leída (una cosa antes de irme: la primera aventura con los libros empieza cuando uno va a la librería o a la biblioteca y busca y no está seguro de la elección, y sigue buscando hasta que algo nos dice que en ese libro hay una historia que me hará vivir en la imaginación y aprender para vivir)

Firmado: la sombra del nómada

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