miércoles, 19 de noviembre de 2008

Sigue habiendo polvo de hadas.

Cuentan las historias que las estrellas fugaces son los sueños y los deseos de las personas, deseos que vagan por el espacio mientras luchan desaforadamente por materializarse. ¡Triste vida la del deseo que ronda y sigue rondando, quizá en un deambular sin fin!

Otras historias consideran que son polvo de hadas quienes, mientras juguetean bulliciosamente, iluminan el camino de aquellos que lo pasan mal tratando de abrirles esas puertas por donde caminar para encontrar sosiego, tranquilidad y paz.

(Yo, que nunca he dudado que las leyendas que se han transmitido de abuelos a nietos a través de la historia de la humanidad tienen una indudable base real, cuando veo estrellas fugaces siempre toco palmas y grito: Sí, creo en las hadas.)

Pero últimamente la supuesta realidad científica asegura que vemos estrellas fugaces cada vez que las cosas no van demasiado bien. La Tierra, encogida en su órbita, se entristece y tiende a escaparse de ella cuando comprende que no se ofrece por igual a todos los que la pueblan. Pero el engranaje del sistema solar es terco y la conmina a seguir su camino para que, a pesar de esas lágrimas derramadas en forma de polvo estelar por el rozamiento en su intento de fuga, siga, con fuerza y seguridad renovada, intentando repartirse para todos por igual.

El viernes yo vi muchas estrellas fugaces. Y no sé si fueron sueños o deseos. No sé con quién jugaban las hadas. Tampoco sé por qué estaba triste la Tierra quien, reconfortada por la sonrisa de la luna llena, parecía reconocer a aquellos que quieren esforzarse, con ella, para que otros vivan mejor.

Gracias alumnos y profesores del IES ‘La Azucarera’ por intentar dar forma a los deseos de algunos. Estos ya no vagarán por el espacio. Gracias en nombre de las hadas porque pueden seguir jugando para mantener viva la llama de la cooperación. Y gracias en nombre de la Tierra, a quien habéis hecho sanar, en cierta medida, una de sus llagas más sangrantes.


Sir-Ope

¡Un abrazo a vuestra esforzada solidaridad!

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