lunes, 4 de febrero de 2008

A LOS PADRES, LAS MADRES, AL ALUMNADO (Y MUCHOS MÁS)


¿Cómo estudiar?

Suele ser ésta una de las cuestiones que más preocupa a las familias con hijos en edad escolar, cuestión que por más que se formule parece no tener una respuesta clara, comprensible o convincente. Pero, ¿cómo la va a haber si estudiar no consiste en retener, sino en comprender?

La mejor fórmula para conseguir unos buenos resultados académicos es, exclusivamente, seguir las pautas que indica cada profesor; todas ellas fundamentadas en el esfuerzo diario y en la concentración en las clases. Estudiar no es lo importante, lo imprescindible es trabajar las asignaturas.

Cualquiera que se de un paseo por los diccionarios de las lenguas más habladas del mundo (salvo el chino que se escapa a mi comprensión), corroborará tal afirmación. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE), el estudio es:

Esfuerzo que pone el entendimiento aplicándose a conocer alguna cosa; en especial, trabajo empleado en aprender y cultivar una ciencia o un arte.”

El Longman Dictionary of Contemporary English pone énfasis en el uso del tiempo, en que estudiar cuesta tiempo, tiempo basado en examinar las cosas detenidamente:

“To spend time in learning (one or more subjects); to examine carefully.”

Y el Petit Larousee por su parte añade al esfuerzo el interés y la curiosidad por la búsqueda del conocimiento poniendo en ésta gran atención:

Chercher à acquerir la connaissance ou la technique de; examiner, analyser attentivement.”

Por todo ello, cabe ya desechar el recurso a la memoria como base del estudio y fundamentar éste en la lectura y el resumen de textos; en la confrontación de los mismos para crearse una idea lo más amplia posible de cada cuestión; en la realización de actividades que posibiliten generar y solventar dudas por que suponen una investigación personal que aporta seguridad en uno mismo y permite conocer aquello que más nos cuesta y que debemos consultar al profesorado; y en la exposición razonada de cada una de nuestras ideas y opiniones de una manera ordenada y convincente.

Así pues, para aprobar bastaría con atender en clase para intuir qué es aquello que el profesorado considera imprescindible; hacer las actividades para saber qué es lo que nos cuesta más, en dónde nos equivocamos y poder preguntar por ello al profesor; resumir los contenidos para repasarlos en las fechas previas a los exámenes; y realizar actividades de refuerzo para coger soltura.

Recordad: Anteponer el esfuerzo a la memoria y tendréis éxito.

¡¡¡Bajad los codos y coger el boli!!!

Sir-Ope sIroPe

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